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ARTES VIVAS |
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Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke
El Conde de Torrefiel es una compañía residente en Barcelona, España, fundada por Pablo Gisbert (España, 1982) y Tanya Beyeler (Suiza, 1980), quienes cuentan con estudios en arte dramático, dirección y dramaturgia, así como en filosofía y humanidades; sus intereses abarcan otras disciplinas como la música y la danza contemporánea. Son autores de teatro, músicos, performers y videoartistas.
Sus creaciones poseen una estética visual y textual en la que cohabitan la coreografía, la literatura y las artes visuales, y que se materializan en videos, acciones y piezas escénicas. Configuran sus piezas a modo de entregas, discursos o hipótesis limitadas temporalmente, que sirven como “piquetes en el camino”; como recorridos que buscan responder a la pregunta: ¿Cómo se materializa artísticamente la contemporaneidad y cómo traducir en escena la realidad contemporánea?
El Conde de Torrefiel trata de entender las conexiones entre la racionalidad y los significados dados por el lenguaje, la abstracción de conceptos, y lo imaginario, lo simbólico que proporciona la imagen. Su finalidad consiste en confrontar y oponer realidades.
Sus obras más recientes se centran exclusivamente en el siglo XXI y plantean, por medio de una oscilación entre el efecto de lo real y el efecto real, la relación entre lo íntimo y lo político, y para ser más exactos, entre las nuevas formas de totalitarismo, la alienación intelectual y la noción de responsabilidad y de libertad individual.
El recorrido profesional de la compañía empezó en 2010 con la presentación de su primera pieza larga La historia del rey vencido por el aburrimiento; le siguen Observen cómo el cansancio derrota al pensamiento, en 2011, Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke, en 2012, y su más reciente propuesta escénica La chica de la agencia de viajes nos dijo que había una piscina el apartamento, en 2013.
Los dos últimos trabajos han dado a la compañía reconocimiento por parte del público y la crítica, además de que se han presentado en reconocidas salas y festivales de España como el Mercat de les Flors de Barcelona, el Festival de Otoño a Primavera de Madrid o el Festival Temporada Alta de Girona, entre otros. Gracias a ello, actualmente El Conde de Torrefiel ha comenzado a dar pasos más allá de sus fronteras. Se han presentado en ciudades como Birmingham, Reino Unido, y Río de Janeiro, Brasil. Este otoño de 2014 la compañía muestra su trabajo por primera ocasión en México.
Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke
Se trata de una pieza que encadena paisajes escénicos que muestran las maravillas de nuestro tiempo; que se refieren a desastres comunes pero imperceptibles, que van minando una vida, que la aniquilan paulatinamente. Alude al fascismo cotidiano latente, disfrazado y discreto, como consecuencia de la continua y eterna dificultad de la convivencia.
Sí, esta obra se sitúa en la idea del fascismo cotidiano. Fascismo es una palabra que proyecta autoritarismo y violencia en el imaginario común, de modo que esta pieza hace referencia a un movimiento ideológico extendido y a su capacidad de dirigir las formas generales de comportamiento en el entorno diario, y las apariencias que adquiere cuando se convierte en una práctica que traspasa los contextos más íntimos.
Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke tantea la rigurosa articulación que existe entre poder, identidad social y tensión sexual para componer una partitura de pequeños desastres cotidianos: la amnesia oficial, la humillación de los fuertes, la violencia dirigida, los aspectos crueles del civismo o las vidas que se desvanecen en la vacuidad de un amor imposible.
Créditos:
Viernes 7 y 14 de noviembre, 20:00 hrs.
Actuar en la cabeza del que mira
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