Sean bienvenidos pachuchos, cholos y chundos, chichinflas y malafachas. Esta vez la ingrata chilanga banda se avienta un volver a comenzar. Vámonos a cualquiera de los puntos cardinales para ver el espacio, las flores en el medio día y el agua debajo del mar.

Quizá sea apresurado decir que el trabajo de los artistas visuales reunidos en Seguiremos siendo constituye una traducción, pero hay algo de cierto en ello. Si bien lo visual y lo musical tienen lenguajes distintos, siempre queda la posibilidad del juego que permite la interpretación. Más que realizar un ejercicio de traducción, los artistas, diseñadores y productores gráficos, se entregan al juego y al acto de imaginar formas flexibles para recrear los paisajes que las canciones les sugieren.

Con Café Tacvba es preciso ir más allá del elogio al referente en que se han convertido. Los Tacubos adoptaron un modo genuino de hablar, bailaron el tíbiri-tábara, acompañaron a varias generaciones y describieron un contexto específico de México, pero su música y ahora sus códigos visuales se entienden sin importar la lengua que se hable o el lugar que habite, ya que la emoción, la cadencia y el desmadre son universales.

Por todo ello la muestra tiene un componente emotivo y nostálgico. Su recorrido pone en perspectiva más de veinte años de trayectoria de Café Tacvba a través de sus creaciones, una marejada de himnos reconocibles al primer acorde, y que al escucharlos traen a la mente su figura. Alrededor de Café Tacvba no hay un halo místico que desentrañar y eso los ha acercado a sus admiradores como pocas bandas pueden hacerlo.

La (ni tan) Chica Banda de ilustradores de esta exhibición recibió el impulso del despacho de diseño XPlaye y de varias organizaciones culturales y sociales de Monterrey. Después de todo, Café Tacvba comparte el origen con los participantes ya que Rubén y Joselo estudiaban diseño gráfico, cuando hicieron amistad gracias a sus afinidades musicales. Pareciera que eso pasó hace una eternidad, pero su entusiasmo por el arte permanece intacto. El mundo podrá transformarse y tomar otros caminos, pero ellos y nuestro gusto por sus rolas seguiremos siendo…